"El instinto de libertad en la humanidad es invencible, puede ser reprimido pero siempre existe", VASILI GROSSMAN
A finales del año pasado, noviembre 27 del 2012, el Senado de la República aprobó el acuerdo que propuso la panista Adriana Dávila para integrar la Conferencia Nacional contra la Trata de Personas, esfuerzo nacional que obliga a todos los congresos locales y a la Asamblea del DF a designar a un grupo plural de tres legisladores por cada estado a fin de trabajar de manera coordinada en la eliminación de la llamada esclavitud del Siglo XXI.
El objetivo de esta Conferencia es armonizar el marco jurídico para combatir eficazmente la trata de personas y fortalecer acciones que protejan a las víctimas de este delito, para lo cual, se contará con tres mesas de trabajo: Justicia y armonización legislativa, para igualar las leyes locales en la materia; impulso presupuestario y de políticas públicas, para garantizar los recursos necesarios en la prevención del delito y en la atención a las víctimas; y de asuntos internacionales y migratorios, para establecer medidas de colaboración en un problema que es de escala mundial.
El arranque de esta Conferencia está programado para este lunes 22 de abril, y a él acudiremos legisladoras y legisladores tanto locales como federales de todo el país
Según la ley vigente, la trata es toda acción u omisión dolosa para captar, enganchar o transportar a personas con fines de explotación, es decir, para esclavitud, prostitución, abuso sexual, trabajos forzados, mendicidad forzosa, adopción ilegal, tráfico de órganos, en la que media el engaño, la violencia, el abuso de poder o el aprovechamiento de la vulnerabilidad.
Es precisamente el aprovechamiento de la vulnerabilidad lo que a decir de la ONU en su manual para evitar la trata de personas, es una de las causas básicas del problema, pues muchas veces en la búsqueda por mejores condiciones de vida los más desfavorecidos caen en manos de delincuentes. Otros factores además de las dificultades económicas, son la violencia social y los conflictos familiares que llevan a las personas a la desesperación.
Existen muchas formas de lograr el sometimiento de las víctimas, pero en la mayoría de los casos los tratantes de mujeres recurren al sometimiento afectivo, generando previamente lazos de simpatía que facilitan la manipulación y el chantaje, a las amenazas de violencia contras sus familiares y seres queridos, al endeudamiento inducido, a la retención de documentos de identidad y a la violencia física. Por eso es muy importante, no sólo modificar la ley, sino generar políticas públicas que alerten a tiempo a las posibles víctimas.
Según el "Diagnóstico de las condiciones de vulnerabilidad que propician la trata de personas en México" elaborado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos y el Centro de Estudios e Investigación en Desarrollo y Asistencia Social, la trata es el segundo negocio ilícito que más ganancias genera en nuestro país, y las principales rutas de redes de tratantes se encuentran en los estados de Chiapas, Tlaxcala, Puebla, Veracruz.
Por eso es loable el esfuerzo que la Comisión contra la Trata de Personas del Senado de la República hace para integrar este equipo de trabajo más allá de la identidad partidista. Agradezco al Congreso de Puebla la representación que me ha dado para ser parte de la Conferencia, este es uno de los temas donde el humanismo político del PAN debe hacerse presente.
Dip. Ana María Jiménez Ortiz, presidenta de la Comisión Especial de la Familia LVIII Legislatura
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