Este jueves 18 de julio del 2013 la Ley Estatal de Salud fue reformada en algunos artículos a fin de recoger los esfuerzos de varias organizaciones de la sociedad civil que desde hace años han trabajado en el país por hacer visible el grave problema del maltrato infantil, tipo de violencia muy común que se mantiene oculta ya que en la mayoría de los casos ocurre en la privacidad del ámbito doméstico.
El maltrato infantil es un fenómeno que se define como: "Todo suceso premeditado o no, de agravio, abandono, agresión física, sexual, emocional, por omisión, de explotación y negligencia que los adultos con alevosía y ventaja ejercen generalmente en forma habitual contra menores de edad a través de actos de ira, violencia, humillación e intimidación afectando gravemente el desarrollo biológico, psicológico y social del infante".
El Instituto Nacional de Pediatría calcula que por cada caso que se denuncia de un menor maltratado, existen 100 casos ocultos que no son del conocimiento de las autoridades. Los casos existentes no se registran ni se publican, lo que hace más difícil conocer y rescatar a las víctimas, ya que muchas veces las niñas y los niños maltratados son ingresados a los hospitales bajo el pretexto de accidentes domésticos.
El maltrato infantil tiene graves consecuencias en el desarrollo del cerebro, pues provoca problemas cognitivos, discapacidades, problemas de aprendizaje, comportamiento agresivo, conducta criminal, abuso de sustancias y enfermedad psiquiátricas. La violencia contra las niñas, los niños y adolescentes es el precursor más importante de la criminalidad, de hecho el Laboratorio de Neuropsicología de la UNAM en un estudio realizado entre 367 perfiles criminales de México, encontró que el grado de psicopatía es directamente proporcional a la historia de abuso físico y psicológico en la temprana edad de los criminales.
Puebla tiene ya disposiciones legales que establecen las hipótesis de los tipos penales en que pueden incurrir quienes violenten los derechos de los menores, y cuenta también con políticas públicas de atención a las víctimas del maltrato, sin embargo, nos falta establecer estrategias contundentes de prevención a fin de disminuir este flagelo.
La reforma en materia de salud aprobada por el Congreso de Puebla tiene tres beneficios:
1) Crea un protocolo de atención a menores víctimas de violencia intrafamiliar y abandono, establecido por la Secretaría de Salud del Estado;
2) Adiciona la obligación al sector salud de llevar estadísticas de maltrato infantil, a similitud de lo que ya se hace hoy con los registros de natalidad, mortalidad, morbilidad e invalidez, con lo que se hará visible en nuestro estado la magnitud del problema a fin de establecer mejores políticas públicas en la materia, y
3) Obliga a las instituciones de salud del Estado a garantizar la atención de las víctimas del maltrato conforme al citado protocolo, y a tomar las medidas inmediatas que sean necesarias para la protección de la salud de los menores y en los casos procedentes, dar aviso a las autoridades competentes.
Un diagnóstico temprano puede rescatar a muchos niños del martirio de la violencia, y con esto salvar a innumerables víctimas, por eso la aprobación de esta reforma no es sólo un acto humanitario, sino que representa un verdadero acto de responsabilidad y valor civil de la LVIII Legislatura.
Dip. Ana María Jiménez Ortiz, presidenta de la Comisión Especial de la Familia LVIII Legislatura
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