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lunes, 21 de enero de 2013

FRANCIA LA VANGUARDISTA



“Todo lo que no es natural, es imperfecto” Napoleón Bonaparte

La historia  reciente recuerda que en 1984, cientos de miles de franceses  reunidos al pie de la torre Eiffel lograron  que sus representantes retiraran un proyecto de ley  que pretendía desaparecer a las escuelas privadas para convertirlas todas en escuelas públicas. Tuvieron  que pasar más de 28 años para que el  emblemático lugar se llenara nuevamente de manifestantes, esta vez  a favor de la protección de los infantes y  contra  el proyecto de Ley del Matrimonio y Adopción Para Todos.

El pasado 13 de enero, cerca de un millón de franceses marcharon desde diferentes plazas de París para concentrarse en el Campo Marte y solicitar al presidente  Hollande el retiro del proyecto  de ley que  modifica  el Código Civil para permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo y  la adopción de infantes a estas parejas.

El proyecto, que deberá ser presentado  el próximo 29 de enero es considerado por diversos organismos franceses como hecho al vapor y carente de consenso social, pero lo verdaderamente sorprendente  es que dentro de los opositores a la iniciativa se encuentran destacados homosexuales como Jean Marc, alcalde de un ayuntamiento francés, o  Xavier Bongibault  líder del grupo “Mas gays sin Matrimonio”.

Con frases como “ Solo el 7% de los franceses considera al matrimonio para todos como una prioridad”, “Preferimos el trabajo para todos que el matrimonio para todos”, “Francia votó por un cambio, no por la convulsión”, “Nada mejor para un infante que un papá y una mamá” y “ No queremos que las palabras papá y mamá se borren de nuestro Código Civil” los manifestantes  exigieron al  presidente de la República  hacer uso del derecho concedido en el artículo 11 de la Constitución para realizar un referéndum respecto al proyecto antes de ser presentado a debate.

En respuesta, la Ministra de Justicia  Christiane Taubira dijo ante la Asamblea Nacional el martes 15 de enero que el presidente respeta la libertad de expresión de los franceses, pero que no piensa retirar de la discusión la propuesta.

La insistencia de los ciudadanos que se oponen a la ley, radica en que desde hace  casi diez años, Francia tiene ya ciertas disposiciones legales que reconocen los derechos de las personas homosexuales, entre ellos el derecho a la sucesión de bienes,  por lo que equiparar estas uniones a la figura de matrimonio, sólo adicionaría a sus derechos la posibilidad de la adopción, y es justamente este punto, el de la adopción de infantes lo que ha levantado tanta inconformidad.

Según los datos de los convocantes del pasado domingo 13 de enero, el 98% de los franceses dijo que en  caso de muerte desearía que sus hijos fueran adoptados por una pareja heterosexual, de manera que la prevalencia de los derechos de los infantes sobre el supuesto derecho a tener hijos, deja clara la esencia de la actual discusión: Francia la vanguardista, está a favor del derecho que tienen los niños para ser criados por un papá y una mamá.

“No somos homo-fóbicos, somos matrimonio-fílicos” recordaron los organizadores y eso quedó claro cuando más que pelear contra un sector de la sociedad, los franceses apelaron a salvaguardar el derecho de todo infante a tener una familia sostenida en el orden de lo natural.

Dip. Ana María Jiménez Ortiz; Presidenta de la Comisión Especial de la Familia LVIII Legislatura
@Ana MaJimenezPAN   

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