“Todo lo que no es natural, es imperfecto” Napoleón
Bonaparte
La historia
reciente recuerda que en 1984, cientos de miles de franceses reunidos al pie de la torre Eiffel lograron que sus representantes retiraran un proyecto
de ley que pretendía desaparecer a las
escuelas privadas para convertirlas todas en escuelas públicas. Tuvieron que pasar más de 28 años para que el emblemático lugar se llenara nuevamente de
manifestantes, esta vez a favor de la
protección de los infantes y contra el proyecto de Ley del Matrimonio y Adopción
Para Todos.
El pasado 13 de enero, cerca de un millón de
franceses marcharon desde diferentes plazas de París para concentrarse en el
Campo Marte y solicitar al presidente
Hollande el retiro del proyecto de ley que
modifica el Código Civil para permitir
el matrimonio entre personas del mismo sexo y la adopción de infantes a estas parejas.
El proyecto, que deberá ser presentado el próximo 29 de enero es considerado por
diversos organismos franceses como hecho al vapor y carente de consenso social,
pero lo verdaderamente sorprendente es
que dentro de los opositores a la iniciativa se encuentran destacados
homosexuales como Jean Marc, alcalde de un ayuntamiento francés, o Xavier Bongibault líder del grupo “Mas gays sin Matrimonio”.
Con frases como “ Solo el 7% de los franceses
considera al matrimonio para todos como una prioridad”, “Preferimos el trabajo
para todos que el matrimonio para todos”, “Francia votó por un cambio, no por
la convulsión”, “Nada mejor para un infante que un papá y una mamá” y “ No
queremos que las palabras papá y mamá se borren de nuestro Código Civil” los
manifestantes exigieron al presidente de la República hacer uso del derecho concedido en el
artículo 11 de la Constitución para realizar un referéndum respecto al proyecto
antes de ser presentado a debate.
En respuesta, la Ministra de Justicia Christiane Taubira dijo ante la Asamblea
Nacional el martes 15 de enero que el presidente respeta la libertad de
expresión de los franceses, pero que no piensa retirar de la discusión la
propuesta.
La insistencia de los ciudadanos que se oponen
a la ley, radica en que desde hace casi
diez años, Francia tiene ya ciertas disposiciones legales que reconocen los
derechos de las personas homosexuales, entre ellos el derecho a la sucesión de
bienes, por lo que equiparar estas
uniones a la figura de matrimonio, sólo adicionaría a sus derechos la
posibilidad de la adopción, y es justamente este punto, el de la adopción de
infantes lo que ha levantado tanta inconformidad.
Según los datos de los convocantes del pasado
domingo 13 de enero, el 98% de los franceses dijo que en caso de muerte desearía que sus hijos fueran
adoptados por una pareja heterosexual, de manera que la prevalencia de los
derechos de los infantes sobre el supuesto derecho a tener hijos, deja clara la
esencia de la actual discusión: Francia la vanguardista, está a favor del
derecho que tienen los niños para ser criados por un papá y una mamá.
“No somos homo-fóbicos, somos matrimonio-fílicos”
recordaron los organizadores y eso quedó claro cuando más que pelear contra un
sector de la sociedad, los franceses apelaron a salvaguardar el derecho de todo
infante a tener una familia sostenida en el orden de lo natural.
Dip. Ana María Jiménez Ortiz; Presidenta de la
Comisión Especial de la Familia LVIII Legislatura
@Ana MaJimenezPAN
@Ana MaJimenezPAN
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